La crisis actual, y las perspectivas lamentables de lenta o nula recuperación a largo plazo, hacen que trabajar, hoy día se haya convertido, prácticamente en un lujo, sumiendo a una población en pacientes espectadores de la llegada de un cambio que genere el crecimiento necesario.
En el marco de tan lamentable situación, España es uno de los países con mayor número de personas que desean trabajar más horas para generar unos ingresos extras, y además están dispuestas para hacerlo, lo que equivale a disponer de un mercado potencial que solo debe alertar la necesidad en buscar u ofrecer, nuevas perspectivas, nuevas ideas, nuevos proyectos donde la edad y otros condicionantes del mercado no influyan ni repercutan en el alcance de esos logros.
Atrás quedaron el tiempo en que se retiraban a personas que contaban con cincuenta años de edad y permaneciendo en una etapa idónea para aplicar experiencia y desarrollando funciones, eran convertidos obligatoriamente, tanto en administraciones publicas como en empresas privadas, en un lastre pasivo que indudablemente nadie pensó que había que mantener durante años y años pues aquellas personas tenían que percibir ingresos para vivir habiendo asumido la sociedad con tal acto la obligación de mantenerlos. Grasos errores que junto a otros desmanes estamos sufriendo y de los que se espera un aprendizaje que avoque a no volver a incurrir en ellos.
La profesión comercial, que en una u otra forma, ha constituido el sustrato básico de un elevado porcentaje de la población, esta cambiando hacia nuevas formas de actuar, y el mundo 2.0 ha llegado a los negocios, empresas, profesionales, particulares y emprendedores.
Quiere decir, que hoy más que nunca, ha llegado el momento de poner el ojo donde está el negocio, sin más vueltas ni recovecos. Siendo aún posible encontrar formas de generar dinero sin inversiones, grandes riesgos, y que a mayor abundamiento nos generen el grado de satisfacción necesarios para hacernos cumplir la función con ilusión y fuerza frente a las adversidades lógicas que dentro de toda acción comercial sobrevienen.
Dentro de tan lamentable panorama encontramos satisfechos proyectos, que ya comienzan a ser una realidad en pleno funcionamiento como el que recientemente he tenido el placer de conocer, en el que una empresa española ha venido a desarrollar un revolucionario sistema de generación de autoempleo que aúna eficacia, modernidad, perspectiva de futuro y formación, y del que si alguien se encuentra interesado en recibir información no tiene nada más que indicarlo.
En el sector servicios profesionales, de igual forma podemos comprobar cómo sectores arraigados en sistemas tradicionales, vierten su esfuerzos en lanzamiento de sistemas que facilitan accesibilidad, abaratan costes empresariales y el usuario final de beneficia ampliamente.
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